¿Puede un abogado garantizar que ganaré mi caso de inmigración?
A veces mis clientes me preguntan: “¿Abogado, voy a ganar mi caso frente al juez de inmigración?” Por supuesto que es una pregunta imposible de responder para un abogado.
Un abogado no toma las decisiones sobre el caso, es el juez quien las toma. Más bien, un abogado presenta la evidencia, argumenta la ley, argumenta los hechos y trata de persuadir al juez de que la evidencia respalda la versión de los hechos del cliente, y que la aplicación de la ley aplicable a esos hechos dá como resultado una conclusión que el cliente ganará el caso.
Un abogado no es el descubridor de los hechos en un caso en ninguna circunstancia; al contrario, es el juez quien determina los hechos, y toma las conclusiones basado en dichos hechos.
Sin embargo, un abogado puede mencionar opiniones respecto a un caso en particular, como por ejemplo: “Me gustan nuestras posibilidades en este caso,” “Tengo confianza, sé que podremos presentar un buen caso,” “Creo que puedo convencer al juez de que tienes derechos y que no seas deportado.” Pero estas opiniones no se tratan de conjeturas ni de ningún tipo de garantía. La evaluación honesta de los hechos por parte de un abogado y la opinión honesta sobre la aplicación de la ley a esos hechos, no se consideran una garantía respecto a que el cliente ganará el caso. Si bien es cierto las conclusiones de un abogado sobre el resultado probable del caso son lo que busca el cliente al contratar a ese abogado, dichas conclusiones no se consideran una garantía que se ganará el caso. Dichas opiniones del abogado están basadas en las evidencias, circunstancias y hechos que estén disponibles en el momento en el que inicia la representación.
Simplemente está fuera de las manos de un abogado, cuando un cliente pregunta: “¿Usted me garantiza que voy a ganar mi caso? En estos casos, con total franqueza, evalúo la solidez de su caso, establezco cuáles son los puntos fuertes, si existe evidencia relevante, resalto esos puntos, y brindo una opinión, no una garantía. Por su parte, se evalúan los aspectos negativos e igualmente se realiza un balance de probabilidades, pero también se aconseja a los clientes sobre los posibles obstáculos, sobre las áreas donde el caso puede fracasar. En mi opinión, esta evaluación franca, imparcial y directa de un caso sirve a mis clientes mucho mejor que una garantía simplista de éxito frente a juez de inmigración.
En conclusión, si usted le pregunta a un abogado sobre una garantía respecto al resultado de su caso, la respuesta es que “ningún abogado puede garantizar (éticamente) un resultado en particular,” “el juez es quien determina los hechos del caso,” “particularmente en los casos de inmigración existen demasiadas variables,” a pesar de haber ganado muchos casos, “cada caso es diferente”, “cada juez es diferente,” y las circunstancias del caso varían de acuerdo al tiempo, modo y lugar de los hechos. Normalmente las decisiones en el ámbito del derecho de inmigración por parte de los oficiales y jueces es discrecional, para lo cual se pudiese inferir que existe un 50% de posibilidades en cada caso de ganar el mismo, siempre y cuanto se cuente con las evidencias pertinentes, de lo contrario ese 50% puede ser inferior.
Las reglas de ética protegen a los consumidores al prohibir que los abogados hagan promesas que en realidad no tienen el poder de cumplir, como por ejemplo decirle a un cliente que un caso inmigración se puede ganar si finalmente se desestiman los cargos o alegatos del acusado. Un crimen en inmigración, así haya sido desestimado puede ser considerado por la ley federal como una cicumstancia atenuante para negar un beneficio o para incrementar las posibilidades que una persona sea deportada.